Fotos por Jasper Lyons
Traducido por Edgar Ontiveros
Son las 7:45 a.m., y gotas de sudor se acumulan sobre la frente de don Emilio. Con su escoba rosa, él barre la tierra en hileras sobre las cuales pequeños brotes de frijol comienzan a retoñar. Continúa sembrando sus semillas sabiendo que tal vez no las vea crecer antes de perder sus 21 años de duro trabajo.
Desde 1994, don Emilio Martinez Castañeda se despierta al amanecer para cosechar y cuidar el jardín en la comunidad de Beach Flats. Tras llegar a California de un pequeño rancho en Durango, México a los 20 años de edad, trabajó en el centro en Tampico Kitchen por más de 40 años hasta que el jardín se convirtió en su vida. Es una manera muy propia de él de celebrar y servir a la comunidad en la que se criaron su hijos y nietos. Ahora, a sus 73 años de edad, don Emilio y otros 20 jardineros saben que su jardín cerrará el 13 de noviembre.
“Yo no quisiera perderlo, yo allá volteé la tierra, vea cómo esta otra vez, hemos estado trabajando ahí,” dijo don Emilio durante la entrevista. “No quiero que nos la quiten, yo estoy a gusto aquí. Aquí me la llevo, estoy desde las 3 de la mañana.”
La Santa Cruz Seaside Company, propietaria del terreno, alquila la propiedad a la ciudad desde la apertura del jardín, y ahora exige el terreno de regreso para el mantenimiento de sus áreas verdes. Los jardineros, la mayoría de El Salvador y México, serán forzados a abandonar el jardín y reubicarse en otro lugar y comenzar de nuevo.
“[La Seaside Company] no ha venido, el condado nos mandó una carta, pero ellos no han venido,” dijo don Emilio. “Yo aquí quiero [trabajar], todos aquí queremos estar. ¿Para qué queremos otro jardín? Esta bonito aquí. Ellos tienen más dinero para que hagan otras cosas, pero yo no quiero que me lo quiten.”
La Santa Cruz Seaside Company propone, a cambio del actual terreno, rentar a los jardineros de la comunidad de Beach Flats dos parcelas mucho más pequeñas para que continúen cosechando. Sin embargo, conforme la comunidad es obligada a retirarse cada vez más del Beach Boardwalk, esperan que la ciudad los apoye. Residentes de Beach Flats continuamente se ven en desventaja y desatendidos — y las propuestas soluciones temporales no resuelven el problema.
“Sembramos frijol que es muy bueno para nosotros, tradición de nuestros países. Sembramos maíz—elote—lo sacamos, lo cocemos para comer todos, no solo para nosotros. Calabazas, tomates, chiles.” Dijo José Lucas Escobar, jardinero y residente de Beach Flats por 16 años. “Todo lo que se encuentra en una tienda, lo tenemos nosotros ahí para nosotros, para las familias, y las personas que lo necesiten.”
La comunidad de Beach Flats está enmarcada entre el río San Lorenzo y el Santa Cruz Beach Boardwalk. Este pequeño fragmento de la ciudad abarca unas pocas calles y está históricamente asociado con residentes de bajos ingresos y con altos índices de crimen.
En el corazón de esta comunidad está el jardín. Aunque es más pequeño que medio acre, el jardín sirve como una fuente de comida para la comunidad y promueve la educación al brindar experiencias prácticas en jardinería y agricultura para niños. La semana pasada, una multitud de más de 150 estudiantes del 7º grado de Branciforte Middle School llegó al jardín para suplementar las enseñanzas de su clase.
“Aquí ayudan mucho, a veces vienen estudiantes y nos ayudan, se enseñan a sembrar y a quitar hierbas,” dijo don Emilio. “Sí vienen bastantes estudiantes, por eso digo que estamos muy encariñados aquí, y nos ayuda mucha gente y ahora que nos lo quitaron pedimos ayuda.”
Kris Reyes, representante de la Santa Cruz Seaside Company, dijo que la compañía pretende usar el espacio del actual jardín para el mantenimiento de las áreas verdes del Boardwalk y sus alrededores. Las parcelas que ofrece a cambio del actual jardín no son ideales para las necesidades de la compañía.
“La razón principal [por la cual no podemos usar el terreno propuesto] es porque estas parcelas nuevas están en el interior de la vecindad y no son apropiadas para usos comerciales,” dijo Reyes. “Por lo contrario, el terreno existente puede ser accedido desde 3rd Street y por lo tanto reduce considerablemente el impacto de nuestras actividades en la vecindad.”
Residentes de Beach Flats han expresado claramente que no quieren moverse a otro espacio, y no abandonarán su jardín. Gia Grand, cofundadora del jardín comunitario, dijo que aunque la Seaside Company fue generosa en permitir al jardín en su espacio, “antes quemaban carros y vendían drogas y había prostitución en este espacio”. El jardín fue una forma en la que los residentes de Beach Flats mejoraron su comunidad.
“Todos podemos estar de acuerdo con que el Boardwalk tiene mucho espacio, y los residentes no,” dijo Grant. “La Seaside [Company] tiene muchas opciones para este espacio en particular, y pueden entrar en negociaciones.”
Mientras la comunidad pide el apoyo de la ciudad, muchos residentes recuerdan que la ciudad los ha decepcionado en el pasado.
El jardín estuvo cerca de la clausura en el 2009 debido a recortes presupuestarios, y justo el año pasado la ciudad de Santa Cruz autorizó el encubrimiento de un mural comunitario sin informar a residentes de Beach Flats o a Victor Cervantes, el muralista local. Después de largas juntas y acción legal, la ciudad ofreció una disculpa pública por pintar sobre el mural y pagó un total de $30,000 a Cervantes en agosto.
El Alcalde Don Lane admitió durante una junta con la comunidad que estos eventos demuestran que la ciudad no le ha prestado suficiente atención a Beach Flats.
“Hay una falta de compromiso prolongado hacia esta comunidad,” dijo Lane. “Tenemos que enfocar de nuevo nuestros esfuerzos en esta comunidad.”
Más de 100 miembros de la comunidad, Lane, varios miembros del concejo municipal y representantes del Santa Cruz Parks and Recreation Department se congregaron el 28 de septiembre en el Nueva Vista Community Center para discutir el futuro del jardín de Beach Flats y proponer una solución. Representantes de la Santa Cruz Seaside Company no asistieron a la junta.
“Varios de nosotros le hemos dicho a la Seaside Company en diversas ocasiones que nosotros no queremos hacer esto, no pensamos que es buena idea,” Lane dijo en la junta.
“Como sabemos no están cediendo, pensamos que es importante poner algo en marcha, aunque por ahora sea más pequeño.”
Ofrecieron cempaxúchitl y canastas de vegetales frescos y vibrantes del jardín a los miembros del consejo municipal y a otros representantes, con la esperanza de que ayudaran a Beach Flats a proteger su jardín. Sin embargo, minutos después se decepcionaron los residentes cuando el concejo municipal propusieron la solución de la Seaside Company—dos parcelas temporales mucho más pequeñas para reemplazar el jardín comunitario.
“Encontrar un sitio permanente para el jardín puede tomar más tiempo del que tenemos antes de la siguiente temporada,” explicó la directora del Santa Cruz Parks and Recreation, Dannettee Shoemaker. “No es una situación ideal a corto plazo, pero la Seaside Company propone alquilarnos dos parcelas con las cuales creemos que podemos alojar a los jardineros.”
La Santa Cruz Seaside Company es propietaria del Boardwalk, Cocoanut Grove, Boardwalk Bowl, Sea and Sand Inn y una cantidad de otros restaurantes y áreas residenciales tanto en el área del Boardwalk como a nivel nacional.
“Nuestras necesidades han cambiado sobre el curso de las últimas dos décadas y ya no podemos arrendar el terreno original,” dijo el vocero de la Santa Cruz Seaside Company, Kris Reyes. “Sin embargo, siempre hemos creído en el valor del jardín comunitario y es por esto que estamos proponiendo las nuevas parcelas para que el jardín comunitario siga en existencia.”
Desde que la Seaside Company anunció sus planes de retomar el jardín, miembros de la comunidad de Beach Flats han insistido al consejo municipal de Santa Cruz expropiar, o apropiarse del terreno de la Seaside Company para uso público, y compensarle con el valor justo del mercado.
“[Apropiarnos del terreno] no es buena idea,” dijo el alcalde Lane. “Si hacemos eso, estaremos comprometiendo un cheque en blanco. Tendríamos que pagarles. No sabemos cuánto nos costaría.”
Miembros del ayuntamiento confirmaron que apropiarse del terreno tomaría meses, tal vez años. Si la ciudad decide apropiarse del terreno, perjudicaría la relación entre la Seaside Company y la ciudad, dijo Lane. Explicó que se perdería la oportunidad de obtener un espacio pequeño temporal.
Al continuar la junta, creció la tensión entre los miembros del consejo municipal y los residentes de la comunidad. Miembros de la comunidad cuestionaron las traducciones del traductor designado por la ciudad, insistiendo que omitía información vital. El traductor se disculpó, explicando que su brevedad se debía al poco tiempo disponible para la junta.
Lane dijo que la ciudad continuaría luchando por los intereses del jardín, pero advirtió sobre comenzar una batalla, porque “usualmente ambos lados pelean, y todos pierden.”
“Hacerse ilusiones no va a solucionar nada,” dijo durante la junta. “Solo porque quisieran que la ciudad se apropiara del terreno en un mes, no significa que eso va a suceder. Solo porque desean que la ciudad se aferre, no significa que será cierto.”
Miembros del consejo municipal, varios jardineros y representantes de la Seaside Company se reunirán el 12 de octubre para hablar sobre el futuro del jardín. Varios representantes de la ciudad dijeron que también se tratará el asunto durante la junta del concejo municipal el 26 de octubre.
“Tendremos una junta privada la próxima semana con los jardineros y los residentes,”dijo Reyes, el representante de la Santa Cruz Seaside Company. “Sentimos que es importante compartir nuestro punto de vista sobre el asunto, discutir sus preocupaciones y reiterar nuestro apoyo por la continuación del jardín comunitario, tal como se demuestra en nuestra oferta del terreno para la reconstrucción del nuevo jardín.”
A partir del 7 de octubre, la petición para que permanezca el jardín comunitario de Beach Flats en su lugar actual tiene más 2,000 firmas, tanto en línea como en papel. La comunidad se reunirá para volver a pintar el mural que fue blanqueado el 10 y 11 de octubre.
“Está en su poder no aprovecharse de esta pequeña comunidad. Se han aprovechado de ella por mucho tiempo,” dijo durante la junta Marciano Cruz, cofundador del jardín y previo residente de la comunidad. “El jardín fue creado para que la nueva generación de niños aprenda y se eduque sobre la tierra de la que venimos. Les ruego que por favor que tengan consideración de esta comunidad. Hay que intentarlo. Hay que intentar mantener al jardín donde está actualmente.”